lunes, 19 de julio de 2010

Consecuencias del temporal

Un niño juega con un trineo y con su hermano. Alguien construye un muñeco de nieve y para ello utiliza una zanahoria, una bufanda, un gorro, pepinillo, dos ramas y nieve, mucha nieve; es un muñeco sin boca, pobre... -¡Hagamos un ángel!- grita una niña. Muevo los brazos, así, muy bien, arriba y abajo. "Los aeropuertos siguen con numerosos retrasos en sus vuelos y el de Londres - Gatwick no tiene ningún avión en operativo." - anuncian las noticias. Cierto hombre combate la nieve para llevar comida a sus perros en lo alto de una montaña. Un pastor en Noruega rescata a sus ovejas de debajo de la nieve para que no mueran congeladas. Voluntarios salen a repartir mantas entre los indigendetes de las capitales. Muere un hombre al resbalar por una caída mientras quitaba nieve para sacar su coche. Las visitas a los hospitales se incrementan por múltiples fracturas. En la noche, el termómetro llega a los veinte grados negativos en León; en Suecia la sensación térmica es de cuarenta y siete grados bajo cero a causa del viento. 2.000 quilos de sal repartida para sólo una carretera. El tráfico se reduce en un 90%. Nieva en Madrid, incluso en Sevilla.
Europa entera está congelada y casi en su totalidad, nevada. Pero lo que no llega nunca a petrificarse por mucho frío que haga es el corazón y, en su consecuencia, los sentimientos que éste siente.
El frío modifica la trayectoria de los peces como dice Pierre Sztalowski, pero también la de las personas, como se ha notado en la última semana. No hay nada mejor que el calor humano para combatir un día de frío y en los últimos días nos hemos abastecido con esta fuente de energía gratis y para nada desagradable. El corzaón desprende más calor debido a sus bombeos cada vez más rápidos y repetidos y los sentimientos RESURGEN VIVOS de pedazos de hielo rotos.